viernes, 30 de septiembre de 2011

La bola viene bajando

Acabo de llegar del control médico. Feliz:

  • Peso inicial: 99,800
  • 1er. Control: 98,000
  • 2do. Contol: 96,700
Es decir, he bajado 3 kilos y 100 gramos en cuatro semanas.
Esto también es la felicidad misma, ¿me ven la cara?

¡Feliz fin de semana para todos!

jueves, 29 de septiembre de 2011

La felicidad misma

No sé si es mucho, poco o qué. No sé si es tal vez lo usual para un blog que lleva veinte días abierto. No sé si tal vez sea un poco ingenuo de mi parte. No sé si don blogger se estuvo haciendo el difícil para después darme esta alegría. Pero hoy llegué a las 1000 visitas y a los 25 seguidores (aunque uno de ellos sea yo misma, no sé por qué). La felicidad misma, ¿me ven la cara?

Che, ¿qué onda esto?

¿A este pibe blogger hay que darle algo? ¿Hacerle algo especial? ¿Por qué no me deja comentar? ¿Por qué no me deja postear algunas entradas? ¿Por qué no me deja ver mi propio blog? ¿Por qué no puedo abrir algunos de los blogs que sigo? ¿Por qué no puedo comentar? Leí por ahí que algunas tienen problemas para comentar en mis entradas. 
¿Las nuevas tenemos que cumplir con algún rito iniciático que implique hongos y castigos corporales? Porque si es así, me encanta. 
No sé. ¿Alguien podrá ayudarme?

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Y la montaña fue a Mahoma

Ocurrió un milagro. En la esquina de mi casa hay un almacén-verdulería y la mamá del muchacho que atiende, Sonia (Sonia es la mamá, no el muchacho), es muy amable con todos nosotros, siempre pregunta cómo estamos y es muy cariñosa con mis hijos. La semana pasada, le conté que necesitaba un pantalón nuevo porque se me había roto el único que tenía. Ella me contó que todos los meses viaja a Buenos Aires a comprar ropa y creía que el pantalón que tenía en su casa podía quedarme bien. Y entonces se hizo la luz, el viernes a la noche me trajo una pantalón de jean elastizado, negro, talle 52, que me queda como pintado ¡Y no me marca la celulitis!¡Y salió 150 pesitos no más! ¡Y me combinan con los zapatos que tengo!
Además, Sonia, viaja este fin de semana y  ayer vino a mi casa y le mostré por internet todos los modelos y colores de pantalones, camisas, saquitos y remeras que me gustan. Ella va a tratar de traerme varias cosas para que pueda elegir. Y tiene precios bastante accesibles. Y me lo deja en dos o tres veces.
Portsaid, la tenés adentro.


Cambiando de tema, el viernes tengo control de peso. Creo que va me va a ir bien porque estas dos semanas han sido tranquilas y no me he salido tanto de la dieta (las papas del sábado y me repetí el plato anoche). Sigo manteniendo el mismo tipo de plan alimentario y el de hoy consiste en:
  • Desayuno: Café con leche+pan con queso 
  • Media mañana: Mate+manzana
  • Almuerzo: Carne al horno con verduras asadas+ensalada de lechuga+una naranja
  • Colación: Mate+manzana
  • Media tarde: ídem desayuno
  • Cena: ensalada de lechuga, zanahoria rallada y huevo
Además hoy tengo turmo para hacerme un electrocardiograma, porque la doctora me indicó un montón de exámenes clínicos y llevo diez diez días haciendo la posta de la salud.

Besos a todos y que tengan un feliz miércoles para la juventud.

martes, 27 de septiembre de 2011

¿Sabés lo que hice una vez?

Me hice la ortodoncia pensando que con los brackets no iba a poder comer. Pero sí, sí pude.
Sigo gorda, pero con una dentadura divina.

lunes, 26 de septiembre de 2011

La levedad del ser

El plan del fin de semana salió bastante bien. Un pequeño traspié el sábado a la noche: medio cono de papas fritas fue la cena. Lo demás, fue como lo pensé.
Además, hacer dieta es más fácil si uno tiene buena compañía. Viernes y sábado los compartí con mi amigahermana  M. Vino a mi casa el viernes a la tarde y se quedó a cenar y fuimos juntas el sábado, con mi hijo mayor,  al festejo de la semana del estudiante. Allí nos encontramos con muchos alumnos y comimos las papas. Alentamos a los chicos cuando presentaron sus coreografías, bailamos un poco y gritamos como las profes ridículas que somos (ella también es profesosa de lengua y literatura, estudiamos juntas). M.sacó fotos y yo me golpeé los dedos infinidad de veces tratando de tirar un juguetito lleno de luces que volaba siguiendo el mecanismo de la honda (o gomera). Y charlamos y charlamos y charlamos. La pasamos muy bien. Yo la pasé muy bien, me olvidé de la comida, me olvidé del hambre.
Es fantástico mantener una relación de amistad durante años, compartir la cotidianeidad, las rutinas, las cosmovisiones, la idiosincracia. Es tan REAL. Con M. hemos crecido juntas y mucho de lo que somos es reflejo de lo que es la otra.
Una amiga como M., te hace el fin de semana más liviano, te hace la vida más liviana.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Fin de semana liviano

Primero quiero agradecer a todos sus palabras de apoyo y buena onda. Nunca imaginé que la comunidad blogger fuese TAN generosa.
Por otro lado, este fin de semana no tengo ningún compromiso social que implique comilona. Eso está muy bien porque hace aproximadamente cinco meses que no puedo parar de tener cumpleaños, despedidas, bienvenidas, días de algo, festejos varios, almuerzos de trabajo, bautismos, aniversarios, juntadas con amigos que hace mucho que no vemos, etc. Es fantástico encontrarme con la gente que quiero y que me quiere, disfruto mucho de estas reuniones y mi familia también. Volvemos a casa felices, renovados para empezar una nueva semana de obligaciones. Pero, me cuesta mucho organizar reuniones que no impliquen banquetes dionisíacos. Todas las reuniones a las que asisto tienen su eje central en la comida: asado, pizza, pollo relleno, empanadas, tacos, pastas varias, locro, pernil de cerdo, helado, tortas y tartas varias, postres y productos de repostería son algunas de las comidas que hemos compartido últimamente. A eso podemos sumarle el vino, la cerveza, el champán, que siempre están presentes.
Si bien, el plan que estoy haciendo ahora comprende esta situación y me deja el fin de semana libre, resulta demasiado consumo de calorías, grasas e hidratos como para que la dieta se mantenga exitosamente. Obviamente que yo me cuido y no como todo lo que quisiera, trato de elegir sólo algunas comidas y comer prociones razonbles.
Por suerte, este fin de semana vamos a estar en casa, sólo los cuatro, y me he propuesto continuar con el plan como si fuera un día laboral. Mi marido se suma gustoso porque él también necesita parar un poco con la vida de sibarita gourmet que estamos llevando. El menú para este fin de semana será el siguiente:
  • Desayunos y meriendas, seguirán como hasta ahora. No vamos a comprar ningún panificado ni voy a cocinar nada que contenga el eje del mal:  manteca+harina+azúcar.
  • Colaciones: fruta, fruta y más fruta.
  • Almuerzos: el sábado voy a cocinar un budín de espinaca light; el domingo vamos a comer pechugas de pollo a la plancha con limón y romero y ensaladas frescas.
  • Cenas: rejuntes de la heladera que pueden ser verduras hervidas, ensaladas, omelete light. Nada muy elaborado, porque, además, en mi heladera siempre hay muy pocas cosas.
Vamos a completar el plan con caminatas y visitas al predio donde las escuelas de mi pueblo están festejando la semana del estudiante. Va a estar frío por acá, así que tenemos una pila de películas para ver. 
Tengo ganas de que empiece ya este fin de semana liviano y que sea bueno para todos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cinco pasos para comprar ropa

El lunes ocurrió  una tragedia doméstica. Estaba yo en casa, yendo y viniendo, haciendo mil cosas al mismo tiempo y no me había cambiado la ropa de ir a trabajar (dígase: un único jean azul y algo más o menos decente para arriba). En una de las tantas corridas, me enganché el pantalón en un tornillo salido de una puerta y se rompió feo, feo que no lo puedo usar más a menos que le ponga un parche de Hello Kitty, como cuando niña.
Ahora, el tema mayor es el siguiente: como no tengo qué ponerme (literal) voy a tener que ir a comprarme ropa, cosa estresante si las hay para una mujer que mide 1,71 y pesa casi 100 kilos.
Imitando a Ceci haré una lista de las cinco situaciones más molestas al ir a comprar ropa cuando te sobran 30 kilos (o más).

1. Paseás tranquila viendo vidrieras, en la mitad de los negocios no entrás ni loca, con solo ver los maniquíes te das cuenta que en ese negocio no pasan del talle 44.  

2. Seguís tranquila paseando, entre todos esos locales encontrás uno de Talles Grandes. No entrás ni loca. Ese maniquí gordo te da mucho miedo. Y las flores y el animal print en exceso te hace mal a la vista. Señores que hacen la ropa,  ¿qué piensan? ¿que los gordos merecemos algún castigo?

3. Empezás a enojarte. Finalmente, después de caminar treinta cuadras (y de escuchar la voz de tu mamá diciendo "no te quejés, que te hace falta caminar más a vos"), encontrás un negocio prometedor. Entrás, miroteás entre la ropa colgada, ves el stok de pantalones, se acerca la chica y se produce el siguiente diálogo:
  • Chica: Hola... ¿Qué estás buscando?
  • Señora gorda: Hola. Un jean, ¿tendrás talle como para mí?
  • Chica: (te mira de arriba a abajo sin piedad) Ummm... ¿Qué talle sos?
  • Señora gorda: 50 o 52, según el calce.
  • Chica: Aaaa... a ver... pará (sale hacia el depótiso, supongo).
  • Chica: (después de quince minutos): No. mirá, nosotros trabajamos hasta el 48. Pero probate este que teníamos en el depósito que es un corte un poco más grandecito. (te extiende un patalón de la temporada otoño-invierno ´98).
  • Señora gorda: (con desconfianza) ¿Y cuánto sale?
  • Chica: (sin vergüenza) $ 250.
  • Señora gorda: (con palpitaciones) Ummm, no, lo veo y me parece chico. Gracias, paso después (¿? ¿para qué?).
4. Estás al borde da las lágrimas, hace calor (o frío), se te hace tarde y en tu casa te esperan y aún no tenés qué ponerte. Te sentás en una plaza y te comés una barra de cereal  con un agua ser y, sintiéndote una estúpida, te das cuenta que lo que prometen en sus respectivas publicidades es mentira.


5. Con resignación vas a un shoppig. Entrás a Etam, Ver y Portsaid, apurada te probás lo primero que ves y que te entra, te comprás dos o tres prendas carísimas que más o menos te gustan, te empernás con la tarjeta en doce cuotas, y cuando volvés a tu casa te das cuenta que nada combina con los zapatos que tenés.


Ustedes pensarán que exagero. Pero no. Este fin de semana me va a tocar hacer la misma ronda. Igualmente, con el tiempo voy aprendiendo y ya solo me detengo en el paso 5.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Primavera

Para quienes padecemos Angustia Invernal, la llegada de la primavera es un verdadero renacer. La Angustia Invernal es una afección anímica estacional causada por la falta de luz solar y a casi todo el mundo le ocurre en algún momento de la vida. Durante los meses de invierno te sentís desanimado, con pocas ganas de hacer cosas, con pocas ganas de salir de casa, malhumorado, angustiado.
En realidad, no tengo ningún dignótico profesional sobre el asunto, pero tiene un nombre tan poético que me encanta. 
Bueno, más allá de esto, la llegada de la primavera me pone las pilas totalmente, en todos los aspectos de mi vida: la casa, los hijos, la escuela, la vida social y, sobre todas las cosas, el amor. Empieza la primavera y andamos como tórtolos enamorados por los rincones de la casa. 
Para festejar el día de la primavera, y como mi marido se va a dedicar a arreglar el auto, me voy de picnic a la casa de mi amiga P que tiene parque y pileta y árboles y perros. También tiene hijos  que jueguan con los míos. Nos juntamos en un ratito a almorzar y la idea es quedarno toda la tarde charlando y tomando mates.
El menú para hoy es:
  • Piza casera de la cual solo voy a comer dos porciones.
  • Ensalada de zanahoria rallada y choclo.
  • Ensalada de frutas.
  • Para la tarde llevo un kilo de frutillas que están divinas.
  • Llevo también una gaseosa light, que no es de mi agrado, pero el hijo mayor me la pidió.
Espero que el plan se cumpla, que los niños jueguen mucho, que el sol siga calentado, que las abejas zumben a nuestro alrededor, que las flores brillen. ¡Y Feliz día de la Primavera para todos!
¡Ah! Feliz día del estudiante también para todos los que están en ese hermoso, y arduo, camino.

lunes, 19 de septiembre de 2011

¡Gracias che!

Que hoy, en el buffet del colegio, miré un sánguche de salame con ganas y me acordé de todas mis amigas bloggeras y no me lo comí. ¡Gracias!

domingo, 18 de septiembre de 2011

Juguemos II

Me copé con los jueguitos y vi en varios blog uno que me encantó. Como lingüísta que soy AMO el alfabeto (es lo que les canto a mis hijos para dormirlos, de verdad) y me pareció una buena idea para conocernos más. Aquí va mi alfabeto:


A. age:32 y 11 meses

B. bed: Sommier de dos plazas y medias que ya nos va quedando chico.

C. chore you hate: Lavar el baño. Odio hacerlo y me queda muy mal hecho y siempre está mojado y me parece que hay suciedad por todos lados y me da asco limpiar los desagües y la escobilla para el inodoro es muy fea y el jabón que se pega y los hongos en los azulejos.... aaaajjjjjj. Por eso prefiero corregir setecientos trabajos prácticos más y pagar a alguien que lo haga por mí.

D. dogs: Igor, un vagabundo que se metió en la casa de mi suegra y terminó en la mía. Hicimos lo posible por reformarlo, pero es un perro que vive al límite. Sale a la calle y cuando vuelve siempre trae una bolsa de basura. La última vez que lo llevamos al veterinario le diagnosticaron una enfermedad venerea. ¡Ni quiero saber dónde estuvo!

E. essential start to your day: Desayunar. O muerte.

F. favorite color:Soy naranja (en todas sus variaciones).

G. gold or silver: Plata. Aunque viendo a mis colegas docentes, parece que en algún momento te empieza a pegar el dorado.

H. height: 1.71

I. instruments you play: Ninguno. Intenté con el teclado durante la adolescencia, pero me falta medio dedo y se me dificulta.

J. job title: Profesora en grado universitario de Lengua Y Literatura (así, con firulete y todo). Y en cualquier momento pego una Licenciatura en Lenguas Clásicas, re divertida.

K. kids: Dos. Y vamos por más.

L. live: Luján de Cuyo, Mendoza

M. maiden name: El mismo que uso ahora que estoy casada.

N. nicknames: Fer, Mari (por mi primer nombre), mamaaaaaa, profeprofe (alguno me dirá viejaculiá), nena (me dicen todas mis tías), la hermana del pericles me dicen en el barrio donde crecí.

O. overnight hospital stays: Muchos días cuando de pequeña metí la mano en un ventilador. Tres días en mi primera cesárea y tres en la segunda.

P. pet peeve: Uf! El ruido en general, la gente en general, la gente que cree que quiero escuchar sus ruidos, etc.

Q. quotes: "De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación". Jorge Luis Borges.
No sé sirve mucho para la vida, pero me encanta.

R. righty or lefty: Diestra. Y amaría ser zurda.

S. siblings: Dos hermanos menores, 29 y 28. Gigantes, cariñosos, divertidos, protectores.

T. time you wake up: 7 en punto

 U. university attended:UNCuyo

V. vegetables you dislike: Remolacha.

W. what makes you run late: No suelo llegar tarde a ningún lado, De hecho, a veces, se me hace temprano.

X. x-rays you've had: Mano, columna, tibia y peroné, cabeza, tórax, panorámica de la dentadura.

Y. yummy food: TODA (execepto la remolacha)

Z. zoo animal favorite: Los elefantes trompita.


viernes, 16 de septiembre de 2011

Juguemos

Mi nueva  amiga personal Avril me invitó a jugar y no le pienso fallar: 

1. UNA CANCIÓN QUE ME EMOCIONE Y LA RAZÓN
La canción original de Radiohead siempre me gustó muchísimo, pero cuando escuché la versión de Jorge Drexler fue el paraíso. Escuchen http://www.youtube.com/watch?v=pGLGQndtfkU   y emociónense hasta las lágrimas.

2. PAÍS EN EL QUE TE GUSTARÍA VIVIR Y LA RAZÓN… 
Creo que sólo padría vivir en Argentina porque están todos los que quiero, soy muy maricona en eso de las distancias. Pero, si es por elegir viviría en Inglaterra, en Londres. Y cuando me jubile me voy a ir a vivir un año entero a Grecia, a las costas del Mediterráneo para vivir en esta pelicula.

3. DESCRIBITE EN 5 ADJETIVOS…
Gooorda, honesta, ansiosa, autodeterminada (me lo dijo una vez mi papá), cariñosa.

4.ALGUNA VEZ ALGUIEN TE CONTO EL FUTURO…
Sí. Una vez fui a ver a Marcela, que era un travesti, para que me tirara el tarot. Me hizo prender unas velas para que se me destrabaran los caminos y me dijo que veía un buen futuro para mí.
Ah, y una vez, cuando éramos adollescentes, mi amiga L, a quien adoro con el alma, me dijo que cuando seamos grandes yo iba a ser muy feliz. Y tuvo razón.

5.UN OBJETO IMPORTANTE PARA MI…
Un anillo que me robaron, el anillo que mi mamá me regaló cuando me recibí. Las fotos. Mis libros.

6.MI PERFUME FAVORITO…
Me gusta el  J'adore de Dior y el Very irresistible de Givenchy. Pero soy docente, madre y argentina y no me puedo dar el gusto hace mucho mucho.
 
7.DE DONDE VIENE LA SUERTE
De mí.

¡Chicos, chicos, miren!

Es el papelito que escribió la enfermera que me pesó esta mañana. Llevo dos semanas haciendo el plan y he bajado 1,800 kl. ¡Es un montón! Estoy contenta. La doctora me dijo que era lo esperable por todo el sobrepeso que tengo (eso lo sé porque tengo bastante experiencia en el tema) y que los próximos controles podrían no ser tan exitosos (eso también lo sé). Pero bueno, hoy estoy feliz y esto es así, un día a la vez.
Prima Humberta por ser mi primera comentarista en el blog, te dedico mi primer kilo. Alguién quiere los otros 800 gramos? Supongo que nadie.
Muchas muchas gracias a todas las que me han apoyado desde este espacio.

Fer, un kilo ochocientos más flaca


P.D.: Corregí el título del blog, le puse el signo de exclamación que le faltaba, ¡qué vergüenza, una profesora de Lengua y Literatura!

jueves, 15 de septiembre de 2011

Decisiones

Si bien hay muchas cosas que, con respecto a la salud familiar, no hago bien (las evidencias están a la vista), en mi casa hemos tomado una serie de decisiones para cuidarnos más y que nosotros, mi marido, mis hijos y yo, estemos mejor. Algunas son:
  • Respetar los horarios de las comidas y que todos los integrantes hagan por lo menos cuatro comidas diarias.
  • Comer juntos.
  • No acumular comida. Compramos los productos frescos que consumimos en el día aunque esto nos lleve más tiempo.
  • No consumir alimentos pre elaborados como sopas en sobre, alimentos congelados tipo patitas y esas cosas, arroces o fideos con salsas deshidratados, preparaciones que impliquen polvos (postres, flanes, bizcochelos, etc), hamburguesas congeladas, salchichas envasadas, embutidos en general, etc.
  • En nuestra heladera nunca hay mayonesa o salsa golf. Sí hay ketchup y mucha mostaza.
  • No consumir frutas y vegetales enlatados, solo los que la verdulería nos ofrece.
  • NO COMPRAR PANIFICADOS, tortitas (son un pancito con grasa riquísisisisisimoooooo que hacen por acá), facturas, tortas, tartas dulces o saladas, gallettitas, masitas, estc. Si tenemos ganas de algo así lo preparamos en casa.
  • No cocinar fritos.
  • No comprar snaks de ningún tipo.
  • No comprar golosinas.
  • Tomar agua. Jamas compramos jugos o gaseosas para tomar durante las comidas.
Con respecto a hábitos que van más allá del tema comida, las decisiones familiares son:
  • No contratar el servicio de televisión por cable. En casa tenemos tres canales, los dos de aire de Mendoza y la Televisión Pública.
  • Sólo un televisor y jamás en las habitaciones
  • Sólo una computadora para toda la familia.
  • Sólo un celular que se lleva el que sale de casa.
  • Cuidar el silencio (eso no nos sale muy bien).
  • Cuidar los momentos de ocio y de descanso.
  • Estar en casa, juntos.
Como verán, nosotros tenemos una alimentación bastante sana y algunos hábitos que también nos hacen bien. Mi obesidad no tiene que ver con la calidad de los alimentos que consumo, sino con la cantidad. Con lo que yo preparo diariamente para comer, alimentamos un circo y sobra. También tengo que ajustar  el tema del sedentarimo (un eufemismo para la flojera crónica) y empezar a mover las cachas.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Pan para hoy, hinchazón para mañana

Venía bastante bien con el plan hasta anoche. Tuve visitas, mi hermano, mi cuñada (qué palabra tan fea cuando uno quiere a la cuñada) y a mi sobrino. Comimos pizza casera, yo hago la masa con harina de trigo y avena extrafina en partes iguales, queda riquísima. Con la pizza no hay problema si te comés dos porciones, pero yo me comí cuatro. Sí, cuatro. Y comí no sé cuánto maní y tomé vino. Como vengo cenando bastante frugalmente, hoy me siento un reactor al borde de la fisión del núcleo. Estoy MUY hinchada. 
Ya volví al Plan original, pero dos tropezones no son un buen comienzo ( recordemos todo ese pastel de papas)
El Plan para hoy es:
  • Desayuno: Café con leche+dos tostadas de pan lactal de salvado+mermelada bc
  • Colación:Una naranja+mate
  • Almuerzo: una milanesa de pollo al horno+ensalada de lechuga y zanahoria rallada+ una mandarina
  • Colación: Un yogur (espero no matar a nadie)
  • Mediatarde: Ídem desayuno
  • Cena: Ensalada de lechuga, tomate y choclo+una manzana
Voy a tomar el doble de agua que vengo tomando y a las 18:30 salgo a caminar 30 minutos.
Recién el viernes me voy a pesar para ver qué pasó.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Dietas

Sé que no debo ser la única por acá que las ha hecho Todas.
A los ocho años, mi mamá me puso a hacer dieta porque pesaba cuarenta y cinco kilos. Me acuerdo que me daba una manzana como merienda para los receros, manzana que yo debidamente convertía en factura cambiándosela a algunos de mis compañeros. No siempre resultaba y la manzana terminaba en la basura o en el fondo de la mochila.
Al tiempo, mi mamá empezó a concurrir a las reuniones de ALCO. Pensemos em mediados de los 80, Cormillot no era quien es ahora y mi mamá nos tuvo mucho tiempo a tomate, salchicha, huevo duro y sopa de verduras. El plato permitido era tallarines con estofado de pollo los domingos. Antes de ir a alguna reunión social, nos obligaba a tomar un plato de sopa y, a veces, los días más desafortunados, le ponía una cucharada de salvado de avena. (Todo bien con el salvado de avena, pero imaginalo en un plato de sopa de verdura a las cinco de tarde cuando tenés nueve años).
A los once años me llevaron por primera vez a una nutricionista, que me dio una dieta muy parecida a lo que veníamos haciendo con ALCO.
Durante los primeros años de la secundaria, no hice ninguna dieta particular, si no que alternaba pasar hambre con comilonas, lo que desembocó en un episodio de bulimia (eso lo cuento en otro post).
Después fui a otra nutricionista que me hacía anotar todo todo lo que comía y que me sacó prácticamente todas las harinas. Como en mi casa, la harina era la base de nuestra alimentación, la pase bastante mal, pero adelgacé unos cuantos kilos.
A partir de los dieciocho me anotaba en todas. Hice la dieta de luna infinidad de veces, sin resultados aparentes. Hice la dieta de Scardale. La dieta del zapallo, que era eso, comer zapallo. La dieta de la sopa de cebolla. La dieta del jugo de limón en ayunas. La dieta de la fuerza aérea rusa (ya sabemos por qué los rusos perdieron la guerra fría). 
Un verano comí melón y tomé agua durante diez días, esa sí funcionó, bajé como cinco kilos, que aumenté al primer café con leche que tomé. 
Otro verano, estuve veinticinco días tirada en la playa de Reñaca con mis amigas, nos habíamos gastado casi toda la plata en el alquiler del departamento y a los diez días nos terminamos las proviciones. No comíamos nada, salvo alguna comida que nos convidaran o que dieran de gratis en los boliches. Llegué divina, ¡63 kilos y bronceada! nunca había pesado tan poco. Pero fue una ilusión de algunos meses, los suficiente como para conocer a mi marido.
Con él probamos hacer la dieta hiperproteica y casi dejamos huérfano a nuestro hijo (él se desmayó y todo).
A partir de entonces volví infinidad de veces a la nutricionista, fui a médicos homeópatas, deportólogos, clínicos, psicólogos; hice auriculoterapia, tomé todos los tés mágico que existen, fui a Marcela, el travesti tarotista,  que tiraba las cartas y te destrababa los caminos, condimenté mi comida con pimienta de cayena porque en alguna revista leí que ayuda a bajar de peso, volví a ALCO, me hice de varias religiones y deserté, me hice vegetariana tres días, tomé pastillas para adelgazar y no pasó nada, me puse electrodos en la panza, los muslos, las caderas, la cola; quedé en bancarota comprando viandas light por teléfono, les dí de mamar a mis hijos más de un año a cada uno sosteniendo la teoría de que amamantar es como una liposucción a largo plazo.
Ahora estoy haciendo un Plan de Alimentación (dieta, bah) que me dio la nutricionista de turno. No tiene nada de original, pero es bastante posible para mí. Básicamente, tengo que respetar los horarios de las comidas, reducir las porciones y hacer ejercicio. Lo de siempre.
Lo nuevo, es que empecé este blog, Y la verdad, creo que me está ayudando.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Hambre

Yo tengo hambre. Siempre.
A la mañana me levanto con hambre, apurada por desayunar. Y desayune lo que desayune a los dos horas tengo hambre otra vez. En los recreos de la escuela trato de comer una fruta y tomarme el tecito de las profes. Y llego a mi casa y me quiero comer un caballo. Después del almuerzo, siempre es bastante abundante aunque nunca demasiado calórico, me calmo un poco, pero tipo cuatro, cuatro y media, empiezo a deseperar. Y si a ese llamado de las entrañas respondo con un yogur ser, inmediatamente quiero matar a alguien.
Sufro hasta la media tarde y recién entonces, cafe con leche y pan lactal mediante, vuelvo a ser yo. A la noche tengo hambre otra vez y como lo indicado en la dieta y sigo con hambre.
No tengo término medio, tengo hambre o siento que voy a explotar por todo lo que comí.
¿Vieron que existen personas que pierden el apetito ante ciertas situaciones de la vida? Yo nunca jamás. Estoy enferma, tengo hambre. Estoy triste, tengo hambre. Estoy contenta, tengo hambre. Estoy enamorada, tengo hambre. Estoy embarazada, tengo hambre. Me vino, tengo hambre. Estoy angustiada porque me doy cuenta que mi mamá me presionó toda la vida y tengo miedo de hacer lo mismo con mis hijos, tengo hambre. Estoy preocupada por las políticas medioambientales que toma el gobierno de mi provincia, tengo hambre.
También tengo una teoría: en mis genes quedó el registro del hambre que pasaron mis abuelas en el barco que las trajo a América. Mis genes tienen miedo y por eso como.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Hacete Amiga: Sorteo Primaveral!!!

Hacete Amiga: Sorteo Primaveral!!!: Sorteo Primaveral!! Sí HaceteAmiga sortea 4 individuales, del color que elijas (en el centro, los bordes siempre serán en c...

Así está un poco mejor

Cumplí con el plan bastante bien. Cometí algunos errores:
  • Me comí dos cucharadas de la sopa de zapallo y fideítos de mi hija en el almuerzo porque " si no lo tenía que tirar".
  • A la banana de la colación le agregué media naranja porque " si no la tenía que tirar".
  • En la cena comí dos cucharadas grandes de puré de calabaza con huevo duro porque "si no lo tenía que tirar".
¿A todos nos pasa que nos vamos convirtiendo en un basusrero humano de los restos de los demás?

El plan para hoy

Hola a todos!
Cuento mi plan para hoy:
  • Desayuno: Café con leche + 2 tostadas de pan integral + porción de queso + 1 naranja.
  • Almuerzo: 1 plato de fideos con salsa fileto + ensalada de echuga y zanahoria rallada + 1 manzana
  • Colación: 1 banana
  • Media tarde: Café con leche + 2 tostadas de pan integral + porción de queso
  • Cena: Ensalada de tomate + 1 huevo duro + 1 caldo de verduras
A las 18:30 tengo programada una caminata de 40 minutos.
Hoy sí voy a cumlir mi plan.
Gracias a todos por los saludos de bienvenida!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ummmm, así no.

Hoy no fue un buen día para mi dieta. Me había propuesto no repetir el plato, y no solo me serví dos porciones de pastel de papas, sino que terminé comiéndome lo que quedaba en el plato de mi hijo y en la fuente. Así que en realidad me comí tres porciones y un poco más también. A pesar de eso, el resto del día no estuvo tan mal:
  • Desayuno: Café con leche + dos tostadas de pan lactal integral + una porción de queso 
  • Almuerzo: TODO ESE PASTEL DE PAPAS + ensalada de tomate + una banana
  • Mediatarde: ídem desayuno
  • Cena: Un plato de sopa de zapallo casera + una manzana
He tomado dos litros de agua.
No he hecho ninguna actividad física.


(Me depilé las piernas. Eso debe ser como medio kilo menos seguro)

Historia del sobrepeso

Soy gorda desde que nací. Toda la vida he escuchado a mi mamá (de quien hablaré prontamente) decir que era un bebé enorme, una niña enorme, una adolescente enorme...
Durante la niñez fui siempre la más gorda del grado, del barrio, del club. A los 11 años fui a mi primera nutricionista y bajé varios kilos, pero también fue el comienzo de la bulimia.
Ya en la adolescencia encontre gente más gorda, pero eso no me hacía más flaca.Siempre sentí mucha presión por el sobrepeso: fui muy buena alumna, muy buena hija, inteligente, responsable, una amiga muy querida, PERO era gorda. Como que todo se opacaba a la sombra de los kilos de más. 
A los 15 años, pesaba 94 kilos y al lado de mis amigas (todas en un promedio de 48) parecía la madre. La madre gorda, claro. Ese año mi mamá me llevó a otra nutricionista y bajé 16 kilos y fui bastante feliz.
Entre los 16 y los 21 oscilé entre los 72 y los 82 kilos. Subía y bajaba permanentemente, con temporadas de comilonas feroces y dietas mágicas. Un verano, estuve de vacaciones un mes en la playa con mis amigas y nos morimos de hambre porque no teníamos plata, volví a mi casa con 63 kilos. Al mes conseguí el novio que hoy es mi marido.
Con el primer embarazo engordé 26 kilos y llegué a pesar 101. Durante el primer año después  del parto bajé 19, hasta los 82. A partir de allí empecé a subir lentamente y el 18 de octubre de 2008, el día que cumplí 30 años, pesé 110 kilos, mi peso máximo. 
Me asuste y empecé a cuidarme un poco, me mantuve entre los 100 y los 103 durante un año hasta que me quedé embarazada de mi hija, aprincipios de 2010. Empecé el embarazo con 102, a los tres meses pesaba 92 (un milagro inexplicable todavía porque no tengo ninguna disfunción hormonal). Cuando nació la niña, pesaba 100.
Este año, con la lactancia llegué a pesar 93, pero hoy, a diez día de haberle sacado la teta, peso 99, 8. Casi 7 kilos más. 
Esa es la historia de mi vida con sobrepeso, bajo y subo, bajo y subo. Ahora me quiero bajar.

martes, 6 de septiembre de 2011

Hola hola!!!

Hola hola, me autobienvengo al mundo blogger. 
Explico el título: me quiero bajar de los 99,8 kilos que peso hoy. 
Toda la vida tuve sobrepeso y hoy, a los casi 33 años y dos hijos mediante, he decidido bajarme de ahí. No quiero más este sobrepeso para mí.
Por eso, voy a usar este medio para contar un poco, a modo de diario de viaje, lo que hago diariamente para bajar algunos kilos, hacer más actividad física y tener una vida más saludable.
Sé que lo voy a lograr.